Fiestas y Comunidad: entre la Tradición y la Transformación.

Fiestas y Comunidad: entre la Tradición y la Transformación.

Publicado el 19-06-2025 Actividades Escuela del saber común

El 12 de abril de 2025, celebramos una nueva sesión de la Escuela del Saber común por un rural vivo y la custodia del territorio, abordando, en este caso, la temática de la tradición y transformación de la comunidad a través de las fiestas. En esta sesión participaron 29 personas de diversas asociaciones, colectivos y entidades, que reflexionaron sobre un conjunto de saberes y conocimientos que las asociaciones, vecinas y vecinos del territorio, atesoran y son la base para conseguir un rural vivo y rico en oportunidades, con la finalidad de que esos conocimientos no se pierdan y estén disponibles para todas las personas. 

 

Durante la mesa redonda, se compartieron experiencias e identificaron desafíos, explorando nuevas formas de mantener vivas las fiestas sin perder su esencia y analizando su potencial transformador. Es un hecho que las festividades han sido, a lo largo de la historia, un elemento clave en la cohesión de las comunidades, y más allá del entretenimiento, las fiestas representan un espacio de encuentro intergeneracional, fortalecimiento de la identidad cultural y participación colectiva. En ese sentido, en un contexto de cambio social y cultural constante, surge la necesidad de reflexionar sobre el papel de las celebraciones en la actualidad y cómo el asociacionismo contribuye al mismo.    

A lo largo del encuentro se ha puesto de manifiesto que las fiestas, lejos de ser eventos puntuales o superficiales, constituyen un hecho social total que atraviesa lo económico, lo simbólico, lo político y lo emocional. Su función en las comunidades ha sido múltiple: ordenar el tiempo, propiciar el encuentro, generar identidad, movilizar recursos y canalizar emociones. Al mismo tiempo, se ha reconocido que las fiestas también pueden generar tensiones, conflictos o desigualdades, lo cual no las hace ni más, ni menos valiosas, sino más complejas y humanas. 

Desde una mirada antropológica y comunitaria, se concluye que la tradición no es un estado inmóvil, sino un proceso en constante relectura. Las fiestas, incluso siendo portadoras de herencias culturales, se transforman según las necesidades del presente: incorporan nuevas sensibilidades, se abren a la diversidad y ajustan sus formas a los nuevos modos de vivir y convivir. La metáfora de la “casa heredada que reformamos” refleja este equilibrio entre conservación y cambio. Así, se confirma que las fiestas pueden ser motor de transformación social, además de instrumento de arraigo. 

Sobre la pregunta de por qué las comunidades humanas han conservado históricamente los festejos, la respuesta está en su capacidad de fortalecer el vínculo social y comunitario. Las fiestas son el reflejo del "nosotros", de la construcción de identidad colectiva, tanto en su dimensión cultural como afectiva. Y es precisamente esta capacidad de generar sentido compartido lo que explica su persistencia y su relevancia actual. 

Se destaca la necesidad de comprender las fiestas como indicador de “viveza” de una comunidad, así como su papel principal en la transformación de las realidades y adaptaciones continuas a los constantes y rápidos cambios de la sociedad actual.  En ese sentido, se destaca la importancia del tejido asociativo para el mantenimiento y creación del complejo de las fiestas. Las fiestas deben verse como un espacio complejo, que alberga multitud de dimensiones que generan cohesión grupal, sentimiento de pertenencia e identidad de un pueblo o cultura, así como un elemento principal para la socialización de la comunidad, al generar una salida de la rutina y enfatizar un fervor social que en sí genera una ruptura total con la realidad en la que se vive.   

Las fiestas son mucho más que entretenimiento. Son raíces y alas: nos anclan a una historia común y, a la vez, nos ofrecen la oportunidad de reinventarnos colectivamente. Preservarlas implica reconocer su complejidad, abrazar su capacidad transformadora y asegurar que todas las voces —especialmente las que históricamente han sido silenciadas— tengan un lugar en ellas. Así, celebrar se convierte también en un acto político, comunitario y profundamente humano. 

Algunas líneas de acción clave para mantener vivas y significativas las celebraciones locales dinamizadas por las asociaciones: 

  • Visibilizar y fortalecer el papel de las asociaciones en las festividades como agentes dinamizadores más allá del hecho festivo en sí, cuidando también su sostenibilidad. 
  • Fomentar el relevo generacional, creando espacios de participación adaptados a la juventud y sus intereses. 
  • Reconocer el papel muy relevante de las mujeres en las fiestas, promoviendo su protagonismo real y simbólico. 
  • Aprovechar las tensiones (despoblación, globalización, exceso/falta de comunidad celebrante) como oportunidades para innovar y repensar los formatos festivos. 
  • Promover la participación de personas retornadas o vinculadas al territorio, reconociendo el papel clave que juegan las fiestas como espacios integradores para que las nuevas personas pobladoras puedan involucrarse, participar y sentirse parte activa de la comunidad.  

Los principales problemas o desafíos a los que se enfrentan las asociaciones a la hora de sostener celebraciones locales vienen derivados de: 

  • Despoblación y falta de relevo generacional, lo que compromete la sostenibilidad de las celebraciones. 
  • Escasez de personas organizadoras o relevo generacional.  
  • Riesgo de sobrecarga de eventos o de comunidades con baja participación celebrante. 

 

Se dio pie a la creación de un espacio propositivo, donde se albergaron saberes y conocimientos de las diferentes asociaciones y personas asistentes, que permitió generar un Calendario Colectivo con aquellas festividades y fiestas, que implican tradición y transformación comunitaria en el Noroccidente de Asturias. 

La fiesta debe entenderse como un complejo social, de unión, comunidad, cohesión social y conflicto. Que no solo fortalece a las asociaciones, sino que es esencial para fomentar la transformación social, cultural y, a su vez, preservar la identidad y tradiciones del territorio. Y el asociacionismo tiene un papel fundamental en estos objetivos.  

 

A continuación, adjuntamos el calendario resultado del trabajo grupal: